jueves, 14 de febrero de 2013

GATITA ATROPELLADA

Hace dos meses aproximadamente nos llega a la consulta una gatita de apenas un año, había sido atropellada. Como fue por la noche la llevaron a una clínica veterinaria de urgencias, allí le hicieron radiografías y su diagnóstico fue: fractura de pelvis y fractura abierta de extremidad posterior. Le recomendaron cirugía para su resolución, pero por motivos económicos no era posible.



Al día siguiente vinieron a la consulta, el aspecto de la herida era horrible: el hueso le asomaba por fuera, presentaba claros signos de infección, la gatita apenas comía. Evidentemente le recomendamos operarla, pero muchas veces no es porque no quieran sino porque NO SE PUEDE. Así que optamos por un método conservador. No había nada que perder.

Sedamos a la gata para poderle explorar mejor, sin dolor y sin riesgo para nosotros. Limpiamos bien la herida, desbridando los bordes, desinfectando toda la zona. Intentamos alinear la fractura y fijar en esa posición. 

Las curas consistieron en limpieza a fondo de la herida con una solución desinfectante (suero fisiológico y clorhexidina), antibióticos, antiinflamatorios, analgésicos y miel (sí has leído bien) .Mérito de los dueños que con paciencia y a base de sufrir arañazos y mordidas conseguían, día tras día, curarle la herida.

En dos meses este es el resultado. La gata apenas cojea y puede hacer una vida normal: salta, corre, juega...

Aunque no se dispongan de medios económicos NUNCA hay que tirar la toalla, la mayoría de las veces siempre hay otra solución. Habla con tu veterinario y el te aconsejará.
 



"Podemos juzgar el corazón de una persona por la forma en que trata a los animales". Immanuel Kant

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